PRONÓSTICOS
METEOROLÓGICOS PARA 2017
Válidos
para la Península Ibérica y Baleares
Por
Inés Varea
Juicio general para 2017
Los marcadores
astronómicos de 2017 sugieren una intensificación de la escasez de
precipitaciones sobre la Península Ibérica y Baleares en el conjunto del año.
Sin embargo, hay una buena posibilidad de que en la segunda mitad de enero y
buena parte de febrero las lluvias generosas y las nevadas mitiguen en parte el
déficit hídrico acumulado en meses anteriores. Después hay otra buena
oportunidad para las lluvias a partir del 5 de octubre, aunque hay alta
probabilidad de que causen muchos perjuicios por arrastres, erosiones e
inundaciones.
En el verano
son especialmente de temer las tormentas secas y los incendios por rayos.
Pero vayamos
ahora a valorar con mayor detalle cuándo pueden venir algunos paréntesis
lluviosos y otras turbulencias atmosféricas.
Invierno 2016-17
Tenemos
indicios de temperaturas normales o inferiores a los promedios. Ahora bien, el rasgo más definitorio
de este invierno podrían ser las lluvias y las nieves, generosas y extendidas,
a lo largo de la segunda mitad de enero y en febrero, que llegarían a ser
claramente superiores a los promedios. Así lo sugieren los marcadores
astronómicos. Atención
por tanto al riesgo de crecidas y desbordamientos en la segunda quincena de
enero y, sobre todo, en el mes de febrero.
Ahora bien,
nos hallamos en pleno bienio seco 2016-17. ¿Hasta qué punto los índices
astronómicos se revelarán eficaces y paliarán en parte el déficit hídrico de
este período? Aquí nos topamos con una indeterminación que, de momento, nos
impide aportar mayores precisiones. Así que veamos algunas aproximaciones más
en los apartados de enero y febrero.
Enero
El año entra
con ambiente anticiclónico y plenamente invernal; los fenómenos más corrientes,
heladas nocturnas fuera de la protección de la costa, nieblas espesas en valles
y llanuras, escarchas y cencelladas. En los primeros días de mes hay mayor
movilidad atmosférica, pudiendo entrar ya algún frente atlántico, con las
consiguientes precipitaciones en el Norte-NO. y Oeste ibéricos. Pero el
anticiclón resistirá los embates de las perturbaciones, de modo que apenas
afectarán éstas al Este ibérico.
Si hay un
momento favorable para mitigar el déficit hídrico sobre buena parte del
territorio ibérico, es a partir de la luna llena del 12 de enero. Puede iniciarse
aquí un período húmedo durante varias semanas consecutivas, que serían muy bien
acogidas en los ecosistemas y en diversas actividades humanas. Las mejores
lluvias son posibles entre el 16 y el 18, y también las nevadas y las
granizadas, aunque no hay que descartar fenómenos violentos, en las costas y
también tierra adentro. No obstante, los marcadores astronómicos sugieren que
se trataría de una invasión de vientos árticos, seguramente con buen recorrido
marítimo, que pueden afectar de lleno al Norte peninsular y sector balear
orientado a tramontana, y menos al resto. No hay que descartar tampoco una
invasión posterior de vientos continentales. Del 25 al 28 la atmósfera se
revolverá nuevamente, con cielos nubosos y vientos del Norte que posteriormente
es de esperar que giren a ábregos hacia el entorno de los días 29 y 30, regando
generosamente las regiones expuestas a ellas y las vertientes de los sistemas
montañosos orientados a mediodía.
Febrero
Continuamos
con un tiempo muy favorable a la lluvia durante la mayor parte del mes, al
menos por lo que a los marcadores astronómicos respecta. En medio de una sequía
dura, podríamos tener uno de esos febreros lluviosos que estadísticamente
aparece cada 8 años.
El cambio de
mes es de tiempo revuelto, muy variable y favorable a las lluvias y a las
nevadas, con vientos muy encontrados e intensos, sobre todo en el entorno de la
Candelaria (día 2) y un descenso de las temperaturas. En el creciente los días
de mayor movilidad atmosférica son 6, 7 y 8. Sobre el 9 bajan las temperaturas.
Con la luna
llena del 11 vuelven a intensificarse y posiblemente a generalizarse las
lluvias y las nevadas sobre el territorio ibérico. Lloviendo sobre mojado, no
hay que descartar crecidas en los ríos y desbordamientos, invasión de zonas
inundables, etc., por lo que recomendamos especial precaución en estas fechas y
estar atentos a los avisos de AEMET. Con el paso de los días es de esperar que
la inestabilidad vaya disminuyendo, entrando los vientos del Norte hacia el 21
y 25.
En los días
finales de mes tenemos indicaciones de fenómenos violentos por el choque de
masas de aire muy contrastadas sobre el territorio ibérico. Hay que esperar fenómenos costeros,
granizadas, vientos fuertes y ambiente muy revuelto.
Publicado el 31 de diciembre
de 2016
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