sábado, 31 de diciembre de 2016



PRONÓSTICOS METEOROLÓGICOS PARA 2017
Válidos para la Península Ibérica y Baleares
Por Inés Varea


Juicio general para 2017
Los marcadores astronómicos de 2017 sugieren una intensificación de la escasez de precipitaciones sobre la Península Ibérica y Baleares en el conjunto del año. Sin embargo, hay una buena posibilidad de que en la segunda mitad de enero y buena parte de febrero las lluvias generosas y las nevadas mitiguen en parte el déficit hídrico acumulado en meses anteriores. Después hay otra buena oportunidad para las lluvias a partir del 5 de octubre, aunque hay alta probabilidad de que causen muchos perjuicios por arrastres, erosiones e inundaciones.
En el verano son especialmente de temer las tormentas secas y los incendios por rayos.
Pero vayamos ahora a valorar con mayor detalle cuándo pueden venir algunos paréntesis lluviosos y otras turbulencias atmosféricas.

Invierno 2016-17
Tenemos indicios de temperaturas normales o inferiores a los promedios.           Ahora bien, el rasgo más definitorio de este invierno podrían ser las lluvias y las nieves, generosas y extendidas, a lo largo de la segunda mitad de enero y en febrero, que llegarían a ser claramente superiores a los promedios. Así lo sugieren los marcadores astronómicos. Atención por tanto al riesgo de crecidas y desbordamientos en la segunda quincena de enero y, sobre todo, en el mes de febrero.
Ahora bien, nos hallamos en pleno bienio seco 2016-17. ¿Hasta qué punto los índices astronómicos se revelarán eficaces y paliarán en parte el déficit hídrico de este período? Aquí nos topamos con una indeterminación que, de momento, nos impide aportar mayores precisiones. Así que veamos algunas aproximaciones más en los apartados de enero y febrero.  

Enero
El año entra con ambiente anticiclónico y plenamente invernal; los fenómenos más corrientes, heladas nocturnas fuera de la protección de la costa, nieblas espesas en valles y llanuras, escarchas y cencelladas. En los primeros días de mes hay mayor movilidad atmosférica, pudiendo entrar ya algún frente atlántico, con las consiguientes precipitaciones en el Norte-NO. y Oeste ibéricos. Pero el anticiclón resistirá los embates de las perturbaciones, de modo que apenas afectarán éstas al Este ibérico. 
Si hay un momento favorable para mitigar el déficit hídrico sobre buena parte del territorio ibérico, es a partir de la luna llena del 12 de enero. Puede iniciarse aquí un período húmedo durante varias semanas consecutivas, que serían muy bien acogidas en los ecosistemas y en diversas actividades humanas. Las mejores lluvias son posibles entre el 16 y el 18, y también las nevadas y las granizadas, aunque no hay que descartar fenómenos violentos, en las costas y también tierra adentro. No obstante, los marcadores astronómicos sugieren que se trataría de una invasión de vientos árticos, seguramente con buen recorrido marítimo, que pueden afectar de lleno al Norte peninsular y sector balear orientado a tramontana, y menos al resto. No hay que descartar tampoco una invasión posterior de vientos continentales. Del 25 al 28 la atmósfera se revolverá nuevamente, con cielos nubosos y vientos del Norte que posteriormente es de esperar que giren a ábregos hacia el entorno de los días 29 y 30, regando generosamente las regiones expuestas a ellas y las vertientes de los sistemas montañosos orientados a mediodía.

Febrero
Continuamos con un tiempo muy favorable a la lluvia durante la mayor parte del mes, al menos por lo que a los marcadores astronómicos respecta. En medio de una sequía dura, podríamos tener uno de esos febreros lluviosos que estadísticamente aparece cada 8 años.
El cambio de mes es de tiempo revuelto, muy variable y favorable a las lluvias y a las nevadas, con vientos muy encontrados e intensos, sobre todo en el entorno de la Candelaria (día 2) y un descenso de las temperaturas. En el creciente los días de mayor movilidad atmosférica son 6, 7 y 8. Sobre el 9 bajan las temperaturas.
Con la luna llena del 11 vuelven a intensificarse y posiblemente a generalizarse las lluvias y las nevadas sobre el territorio ibérico. Lloviendo sobre mojado, no hay que descartar crecidas en los ríos y desbordamientos, invasión de zonas inundables, etc., por lo que recomendamos especial precaución en estas fechas y estar atentos a los avisos de AEMET. Con el paso de los días es de esperar que la inestabilidad vaya disminuyendo, entrando los vientos del Norte hacia el 21 y 25.
En los días finales de mes tenemos indicaciones de fenómenos violentos por el choque de masas de aire muy contrastadas sobre el territorio ibérico.  Hay que esperar fenómenos costeros, granizadas, vientos fuertes y ambiente muy revuelto.

Publicado el 31 de diciembre de 2016

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